Su nombre es Kepler 78b, un exoplaneta ubicado fuera del Sistema Solar, en la constelación del Cisne a 700 años luz de distancia y orbita tan cerca de su estrella que sus días duran pocas horas (8,5) y sus temperaturas le convierten en un verdadero infierno.
Kepler 78b tiene una composición rocosa y una masa muy similar a la de la Tierra, pero es demasiado caliente para albergar vida, de hecho para los investigadores es un misterio el cómo se pudo formar estando tan cerca de su estrella. El estudio de este mundo lejano se publicará en la revista Nature gracias a la dirección de algunos distinguidos científicos (entre ellos Andrew Howard y Josh Winn) de la Universidad de Hawai en Manoa, Honolulu y la Universidad de Ginebra en Suiza.
Gracias al telescopio espacial Kepler se pudo determinar que este planeta nuevo está hecho principalmente de roca y hierro y posee un radio de 1,2 veces el de la Tierra. Además, la densidad de Kepler 78b es de 5,3 gramos por centímetro cubico, mientras que el de la Tierra es de 5,5.
Kepler 78b es el planeta más parecido a la Tierra en cuanto a tamaño y masa se refiere, pero sus temperaturas son extremas como para albergar vida porque rondan los 1800 a 2000 ºC a pesar de que su estrella es algo más pequeña y ligera que el Sol; no obstante, los científicos lo seguirán investigando para hallar datos importantes en su atmósfera y superficie.
Alex Méndez Romero
misteriosarealidad.com
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Descubren una Tierra infernal, el primer exoplaneta rocoso
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