La revista Nature ha publicado una nueva investigación en la que se detalla que cuando nuestro mundo era muy joven, el manto de la Tierra primitiva albergaba 2 océanos de magma que estaban separadas por una capa cristalina. En la actualidad, estos antiguos océanos se han cristalizado pero el manto aún existe en parches locales y capas delgadas del planeta.
El análisis fue realizado con la fuente de luz PETRA III del Centro de Investigación DESY en Hamburgo, Alemania con el apoyo del equipo liderado por Chrystele Sanloup y ellos nos revelan que cuando el basalto fundido se expone a una presión de hasta 60 gigapascales (GPa) que corresponden a una profundidad de 1400 Km por debajo de la superficie terrestre, el magma se convierte en una forma más rígida y densa.
En los análisis, se usaron 2 láseres infrarrojos fuertes que propician una potencia de hasta 40 vatios en una zona de 20 micrómetros (millonésimas de un metro) de diámetro, que significa 2000 veces la densidad de potencia en la superficie del Sol, para calentar las muestras de basalto hasta los 3000 °C en solamente unos segundos y comprobar las reacciones que se suscitaron hace millones de años.
"Silicatos líquidos como el magma basáltico juegan un papel clave en todas las etapas de evolución de las profundidades de la Tierra, que van desde la base y la corteza formada hace miles de millones de años, hasta la actividad volcánica de hoy." —Chrystele Sanloup
Según detallan, gracias a los resultados obtenidos en la experimentación, a principios de la historia de la Tierra, los magmas pudieron haber tenido flotabilidad negativa en la parte inferior del manto superior e inferior lo que resultó en la existencia de 2 océanos de magma separados por una capa cristalina o frontera compuesta por cristales de silicato.
Alex Méndez Romero
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El manto de la Tierra primitiva albergaba 2 océanos de magma
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