La receta para un arco iris sólo necesita dos ingredientes básicos: gotas de agua y luz solar.
El arco iris sale cuando los rayos del sol chocan con las gotas de agua en el aire.
Mientras los rayos solares pasan por la atmósfera, se comportan de manera diferente, dependiendo de los obstáculos con que chocan. Unas veces los rayos de luz se reflejan. Otras, se absorben. Otras más, se refractan o se doblan.
La luz blanca, que vemos a nuestro alrededor, es una mezcla de luz de colores. Cuando la luz blanca choca con una gota de agua en el aire a un ángulo determinado, se refracta. Al doblarse, aparecen
todos los colores del arco iris.
Aunque cada gota descompone la luz en todos los colores, solamente un color se refleja a un ángulo que llega a nuestros ojos. Para que aparezca el arco iris, muchas gotas tienen que refractarse y reflejar los diferentes colores.
Si la luz choca con las gotas de lluvia a un ángulo determinado, pueden ocurrir dos reflexiones, apareciendo así un doble arco iris.
¿Quieres crear tu propio arco iris? Elige una hora en la que el sol no esté directamente sobre tu cabeza. Párate de espaldas al sol y con la manguera del jardín lanza el agua hacia arriba. Ajusta el ángulo del chorro en rocío hasta que aparezcan los colores.
Publicar un comentario
Muchas gracias Alex, al menos la magia del arcoiris está a nuestro alcance. Un abrazo